Wednesday, January 25, 2012

Por la vida que vale vivir, sin desaparición forzada


Foto de AE

Carta a Sandra Viviana a un Año de su Desaparición
 
Invitamos a todas las organizaciones de derechos humanos, a todas las organizaciones ambientalistas, a todas las organizaciones sociales y populares a una jornada contra la desaparición forzada en Colombia y en memoria de nuestra compañera Sandra Viviana Cuellar Gallego, desaparecida el 17 de febrero de 2011.

Febrero de 2012.

El sol vomita fuego, es el año del Dragón.
Las armas vomitan fuego es tiempo de guerra.
Se talará hasta el ultimo resquicio
de selva para servir al capital.
Se agotará la última gota de petróleo
y arderá la Tierra.
Las aguas del Caucayacú no se detendrán
ante la codicia de los cuñicultores,
ni de los constructores de represas,
ni de los fanáticos de los jarillones.
Los Andes se obscurecerán
y serán piedras candentes.
Mientras tanto, nosotros conservaremos
el fuego del amor
y Sandra Viviana seguirá siendo
pequeña luz que ilumina el camino.
Los indignados somos todos,
se incendian las calles, se forja el futuro.

Querida Sandra Viviana, hace un año nos agitabas los sueños… nos hablabas de amor y de la defensa de los humedales y te empeñabas en tejer una red de organizaciones en defensa del rio Cauca. Tal vez fueron tus contradictores agazapados los que fraguaron tu desaparición. Hace un año asistías a la audiencia de los corteros de caña a los que se les imputaba delitos por defender derechos, ellos fueron sobreseídos un año después y tu no estás presente para celebrarlo. Tal vez eran los acusadores ignaros los que fraguaban tu ausencia.  Hace un año te plantabas frente a la máquina de destrucción minera con tu sonrisa y tu convencimiento de que era injusto que la Pacha Mama fuera horadada y mancillada por empresas de nombres innombrables. Hace un año nos enseñabas que no necesitábamos destruir tanta diversidad para hacer servilletas de papel y te oponías a que creciera el desierto verde de las plantaciones de pino. Nos sabemos si la cizaña sembrada por los desafectos y la codicia haya sida causa de tu ausencia, pero sabemos que lo es de nuestra pena. Hace casi dos años desistías de las burocracias y te negabas a “hacer millas” a nombre de luchas jamás libradas y emprendías el camino a pie por nuestra América. Hace un año regresabas de tu periplo con la sabiduría y la magia de los ancestros, con la fuerza eterna de las mujeres sabias, con el conocimiento de las plantas sagradas y con la humildad aprendida en el camino rojo del Cóndor y del Águila. Nos enseñabas los caminos del espíritu. Tal vez aprendimos de vos a decir lo que decimos:

Relámpagos y truenos
rasgan el cielo
y como trompetas de ángeles
anuncian un nuevo tiempo
que llegó.
Acá estoy con vosotros,
con el corazón dispuesto
con las raíces hundiéndose
en la negra tierra
y la lluvia enjuagando el llanto.
Esta lluvia es danza de las aguas
que festejan con nosotros
que el nuevo mundo ya está aquí.

Sandra Viviana, estamos recordándote, estamos airándonos por la ignominia, estamos enfureciéndonos por el silencio institucional, estamos enfadándonos por la modorra de la justicia, estamos perdonando a los perpetradores por la paz de nuestros espíritus. Tu harías lo mismo.

El próximo 17 de febrero estaremos recordándote donde quiera que tu espíritu esté presente, estaremos aupándonos a no quedarnos plantados en silencio ante los crímenes ni las injusticias. En este país la justicia se privatiza, son desaparecidas personas que luego se reportan como falsos positivos, son desaparecidas personas que se venden a las redes de prostitución, son desaparecidas personas que molestan los ambiciosos proyectos del capital, son desaparecidos los que denuncian las injusticias, son desaparecidas también las ideas y los sueños que rehúsan la codicia y la muerte. Peor aun es que los desaparecidos desaparezcan de la memoria porque ello significaría la desaparición de toda humanidad. No más desapariciones, no más olvido. Nunca más.

La Jornada será el 17 de febrero de 2012 contra la desaparición forzada y por el regreso de Sandra Viviana. Bien venidas todas la iniciativas.